Conocer la historia a través de las diferentes manifestaciones del arte, desde el Románico del siglo XI hasta el Modernismo del siglo XX.
Descubrir las bodegas tradicionales de elaboración de vino que, aún hoy, conservan la utilidad para la que fueron planteadas.
Disfrutar del paisaje tradicional castellano, que combina los campos de cereal con los centenarios viñedos de la Tierra del Vino.
Estos son tan solo algunos de los atractivos que el visitante podrá apreciar en la Ruta del Vino de Zamora.